Hoy… como ayer… como siempre, te escribo… sabes? es curioso, pero sí alguien me concediera un deseo, creo que pediría que por lo menos mis letras se quedarán contigo, y es que son mis letras con las que trato de borrar la distancia entre nosotros… de alguna forma siempre espero que lleguen a ti, en silencio… curiosamente tratando de no violar ese acuerdo mutuo, de nuestro derecho a guardar silencio… del cual creo que abusamos… aunque no se si es más grave esa amnesia obligada, provocada de tu parte… que no te deja recordar lo bueno que tenemos o teníamos o que pudimos tener…
En medio de este ensordecedor silencio de tu ausencia, me niego a emprender la búsqueda del tiempo perdido, a malbaratar los recuerdos y los instantes etéreos y sublimes de nuestros suspiros y respiraciones…
¿Por qué siempre me queda la sensación de que nos faltó tiempo? ¿Por qué aunque te he vi a diario en los últimos meses, sigue siendo malo el no verte hoy? Escoge un mes, escoge un día de la semana, una hora del día o la noche… seguramente estaba pensando en ti… las horas sin ti, siempre hacen más largo y profundo el silencio…
En medio de este ensordecedor silencio de tu ausencia, me niego a emprender la búsqueda del tiempo perdido, a malbaratar los recuerdos y los instantes etéreos y sublimes de nuestros suspiros y respiraciones…
¿Por qué siempre me queda la sensación de que nos faltó tiempo? ¿Por qué aunque te he vi a diario en los últimos meses, sigue siendo malo el no verte hoy? Escoge un mes, escoge un día de la semana, una hora del día o la noche… seguramente estaba pensando en ti… las horas sin ti, siempre hacen más largo y profundo el silencio…
Hoy el silencio es no tenerte, o tener tu ausencia… es no olvidarte, es pensarte noche y día, es el monólogo extrañando al diálogo…
Recién me he dado cuenta lo curioso que resulta tanto silencio en esta habitación, cuando tú eres el … alfarero de sonidos…